
LLAVES PARA LA ORACIÓN CONTESTADA
Por Rhonda Sciortino

LLAVE No. 10 : AYUNA (3)
Cuando ocurre una crisis, normalmente no hay advertencia previa. En medio de la tragedia no hay tiempo para apartarnos silenciosamente y darnos al ayuno y a la oración.
Para estar listos para lo que venga hacia nuestro camino, tenemos que estar “orados” y “ayunados” por adelantado, que es una combinación de disciplinas llena de poder.
Muchas personas siguen el ejemplo de Jesús y se separan de los demás en un tiempo de ayuno y oración antes de una gran decisión.
Por ejemplo, antes de mi boda ayuné de todo menos de agua durante siete días.
Quería estar segura de que estaba concentrada únicamente en el compromiso sagrado que estaba por hacer.
Este tiempo sola, ayunando, sirvió para calmar la charla y despejar el camino para escuchar las orientaciones que susurró el Espíritu Santo.
Ayunar es quizás más importante ahora que nunca debido a las comunicaciones y los mensajes que vuelan hacia nosotros desde todos los ángulos todos los días.
Todos somos bombardeados 24/7 con información ininterrumpida de la televisión, Internet, correo electrónico, teléfono, medios impresos, redes sociales y por supuesto, comunicación cara a cara.
La sobrecarga de información es tan común, que muchos de nosotros ni siquiera nos detenemos a pensar en el aumento significativo del número de mensajes y la cantidad de información que nos llega en un día.
Por ejemplo, en los años 1970, un anuncio de televisión constaba a menudo de solamente una persona que hablaba de un producto.
En un promedio de treinta segundos de anuncios de televisión de hoy, nos impactan con setenta y dos imágenes por segundo.
Para poner esto en perspectiva, se dice que el ojo humano es capaz de procesar de diez a doce imágenes separadas por segundo.
Cuando consideras todo lo que viene hacía ti en un día, puedes comenzar a apreciar el beneficio del tiempo reservado sin la distracción.