
LLAVES PARA LA ORACIÓN CONTESTADA
Por Rhonda Sciortino

LLAVE No. 10 : AYUNA (2)
No puedes entregarte completamente a Dios si parte de ti está subyugada a la adicción.
Cada vez que decidimos hablar con Dios, en lugar de sucumbir a la tentación, es un momento en el que le estamos diciendo a Dios: “Voy a confíar en Ti para que me ayudes, en lugar de encontrar mi consuelo en otro lugar”.
Dios honra la fe y la fuerza que se necesita para cambiar nuestra confianza de la cosa que nos trae un alivio momentáneo, a Aquel que trae alegría eterna.
Conozco gente que ayunó de comida un día cada semana durante años. A otros, abstenerse de una comida en un día cada semana y en su lugar pasar el tiempo que habrían pasado comiendo, sentados a solas con Dios.
Cada año nuevo, algunos pasan los primeros días ayunando y escuchando a Dios su inspiración para el año. Estas personas hablan de no estar nunca más sin ayunar en sus vidas, debido a las ideas y la guía que han recibido de Dios, que creen que no hubieran oído si no hubieran hecho ese sacrificio.
Cuando los discípulos le preguntaron por qué no pudieron hacer lo mismo después de haber hecho muchas otras sanaciones en el nombre de Jesús, Él respondió que este milagro solo podía hacerse con la oración y el ayuno.
Esta historia demuestra la importancia de la oración regular y el ayuno para que estemos preparados para traer el poder de Dios a cualquier situación que venga a ocupar nuestra atención.