
LLAVES PARA LA ORACIÓN CONTESTADA
Por Rhonda Sciortino

LLAVE No. 12: CONFÍA EN DIOS (2)
alivio, considera que no hay una referencia en toda la Biblia donde Dios se negó a sanar a alguien.
Por el contrario, la referencia bíblica nos dice que Jesús “los sanó a todos” (Mateo 4:24, 8:16, 12:15, 15:30; Lucas 4:38, 6:19).
Y como Jesús es la perfecta manifestación de Dios, conocemos la voluntad de Dios por su Palabra (Juan 14:6-11), y sanar es claramente Su voluntad.
Así que, aún cuando no veas o no sientas ninguna diferencia, ora y confía en que Él puede, Él quiere y Él te sanará.
Si estás luchando con la falta de dinero y no te sientes cómodo pidiendo a Dios que te provea, considera que Él se deleita en nuestra prosperidad (Salmo 35:27), que Él nos da ideas e inventos para ayudarnos a triunfar financieramente mientras ayudas a otros (Proverbios 8:12), y que ha bendecido y prosperado a muchas personas, incluyendo a Abraham y a Lot (Génesis 12:5, 13:2-5), Isaac (Génesis 26:12), Jacob (Génesis 30:25), Labán (Génesis 30:27), Esau (Génesis 36:6), Boaz (Ruth 2:1) David (1 Crónicas 22:14 y Salomón (2 Crónicas 1:12).
No malinterpretes la Escritura que habla de lo atractivo de la riqueza como si la riqueza misma fuera una cosa mala (Marcos 4:18-20). Muchas personas cometen el error de sacar la conclusión de que el dinero en sí es malo y, en consecuencia, aceptan menos de lo que Dios tiene para ellos.
La riqueza es sólo una herramienta y nunca debe definir quién eres tú. En mi caso, se necesitó una enorme cantidad de confianza en Dios para dejar un buen trabajo e iniciar mi propio negocio. Pero al tomar ese salto de fe y aferrarme a él, Dios recompensó mis esfuerzos. Y con la riqueza que Él proporcionó, he sido capaz de bendecir a otros en formas que nunca hubiera podido sin ella.
De la misma manera que tenemos que aprender a confíar en Dios en asuntos de salud y fínanzas, si necesitas ayuda con una relación, acude a Dios. Él quiere que tengamos paz y alegría en nuestras relaciones (Mateo 10:13). Quiere bendecir a la gente llevando la paz a situaciones caóticas (Mateo 5:9, Marcos 9:50).
El camino de Dios es el camino de la paz (Lucas 1:79), así que cuando seguimos el